El papa quiere colaborar con una «transición ordenada» y al mismo tiempo apoyar a los magistrados con causas que involucran a funcionarios.
por MDZ13 de Septiembre de 2014 | 07:041 opinión
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El papa Francisco decidió invitar para el próximo sábado a un almuerzo en su residencia de Santa Marta a Cristina Kirchner, como una señal de respaldo en un período de deterioro político y económico tanto en el frente interno como el externo.
No obstante, en octubre tiene otra visita que tiene agendada que dará qué hablar: la de jueces y camaristas federales, lo cual podría interpretarse como un nuevo espaldarazo a un Poder Judicial que no le viene dando buenas noticias al Gobierno.
“Francisco no se puede dar el lujo de que se incendie su país”, sostuvo adiario Perfil un dirigente que mantiene diálogo abierto con El Vaticano. Los problemas del Papa, claro está, exceden las cotidianas rencillas argentinas. Once guerras en el mundo, conflictos internos en la Iglesia, transformaciones en las costumbres familiares, desempleo juvenil, reformas en el banco del Vaticano, son algunos de los temas a los que está abocado desde que se mudó a Roma. Pero no puede predicar con el ejemplo si en su propio territorio no logra evitar los conflictos. “Interviene para pacificar”, explica la fuente.
La intervención, en este caso, fue a través del dirigente del peronismo porteño Eduardo Valdés, quien visitó El Vaticano en el marco del partido de fútbol interreligioso y el lanzamiento de la red virtual de escuelas Scholas Occurrentes. Al saludarlo, el Sumo Pontífice le pidió que volviera en unos días que tendría algo para llevar a Buenos Aires. Al verse nuevamente, Francisco sacó de un bolsillo de su sotana la carta que escribió de puño y letra donde invita a la Presidenta.
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