A lo largo de la historia, la peste negra, la más mortífera de las pandemias que han atacado a la humanidad, ha ido apareciendo periódicamente en diversas zonas del planeta. Su irrupción masiva en España se produjo a mediados del siglo XIV, coincidiendo con un período de grave crisis económica y social, y dio lugar a un enorme descenso de la población, que en algunas regiones alcanzó hasta cerca de la mitad de la misma, una fuerte caída de la producción agraria, principal componente, en esa época, de lo que en la terminología económica actual denominamos producto interior bruto y, paralelamente, un fuerte deterioro de la recaudación tributaria. El contagio se convirtió en un peligro imparable ante el que la ciencia médica no ofrecía otra solución que el aislamiento o la emigración, mientras la superchería popular amparaba como remedio la superstición y la brujería.
Comentarios
Aún no hay comentarios.