La ministra de Comercio e Industria de Japón, Yuko Obuchi, y la de Justicia, Midori Matsushima, presentaron su renuncia, tras informes de que sus grupos de apoyo político malversaron fondos.
Matsushima fue acusada por la oposición de violar las leyes electorales.
Obuchi, por su parte, fue acusada por los medios locales de recibir miles de dólares de donaciones políticas en funciones de teatro y bienes comprados en negocios administrados por su hermana y su cuñado.
Obuchi era una de cinco mujeres nombradas por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una reorganización del gabinete hace menos de dos meses.
Su padre, Keizo Obuchi, fue primer ministro entre 1998 y 2000.
Se decía que era una posible contendiente a ser la primera mujer en ocupar la primera magistratura del país.
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