SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El discurso de rendición de cuentas del presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional, el pasado 27 de febrero, evidencia el naufragio de las instituciones, la desviación y depredación del presupuesto público, el canibalismo desatado por la reelección y el vaciamiento de la democracia.
Así lo consideró el doctor Pedro Catrain, quien dijo que en su discurso Medina intentó vender las “visitas sorpresas” como una vía de acercamiento con la gente, escondiendo que este tipo de prácticas, más que mostrar la eficiencia de una gestión de gobierno, representa el fracaso institucional del Estado. “Encarnado en la figura presidencial omnipresente, de manera casi mágica el Presidente personalmente resuelve los problemas de las comunidades con visitadas cada semana”.
Para Catrain, esto constituye una encarnación personal del Estado y una instrumentalización de los ciudadanos como simples espectadores de una acción comunicacional montada y prefabricada semanalmente que más que propiciar la participación de la gente, persigue endiosar y promover la imagen presidencial.
Al hablar a nombre de la entidad Ciudadanos y Ciudadanas por la Democracia (CCD), Catrain expresó que con cada visita presidencial se viola la Constitución, ya que se reparten recursos económicos sin estar programados en el presupuesto de la nación. “Se muestra así un Estado infuncional y que no garantiza una programación y racionalización del gasto público”.
La Revolución Educativa traicionada. De acuerdo con el dirigente de CCD, al país se le ha querido presentar que la aplicación del 4% de la educación es producto de la gestión eficiente del actual gobierno, cuando en realidad se trata de una vulgar apropiación de una importante conquista social de la ciudadanía.
“Danilo Medina ha instrumentalizado esta gran expectativa ciudadana, para promoverse, usurpando los fondos destinados en el presupuesto para realizar un gran derroche de publicidad oficial. En el 2014, se presupuestaron 15 millones de pesos en publicidad para el Ministerio de Educación y se gastó la astronómica cifra de 638 millones de pesos”, declaró Catrain al referir que esto no solo constituye una violación a la Constitución, sino un mecanismo distorsionador de la opinión pública que busca potenciar la figura presidencial con la utilización de los fondos del Estado.
Para CCD, al frente del Ministerio de Educación se encuentra un funcionario desligado del sector, que más que garantizar la eficacia de los planes es un ejecutor fiel y leal del proyecto danilista.
Comentarios
Aún no hay comentarios.