El aparato de seguridad del estado, en manos de personas con poco o ningún conocimiento técnico (P.N. y FF.AA.), es incapaz de mantener la ley y el orden en la República Dominicana.
Esto se ha hecho más que evidente ante las oleadas de personas que noche tras noche se reúnen en los diversos teteos que se arman en los callejones de los barrios a nivel nacional.
Estas son las mismas personas que luego de exponerse al contagio por conglomeracion sin mascarillas, en medio de bebidas y bailes utilizarán el transporte público junto con las demás personas que lo utilizan para llegar a sus trabajos en empresas, tiendas, centros comerciales, instituciones gubernamentales, casas de familias etc.
A la fecha de hoy informa el periódico Listin Diario que:
(Suben las hospitalizaciones en el marco de las nuevas regulaciones.)
Del mismo modo y en el mismo diario se encuentra la publicación:
(Los «Teteos» improvisados desafían la prohibición.)
No podemos, ante dicha realidad negar el hecho comprobado de la falta de capacidad de los miembros del aparato de seguridad del estado, quienes a lo largo de los años han sido receptores de multimillonarias inversiones en equipos de vigilancia y recabacion de información de última generacion dentro de los que podemos mencionar el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadores, Ciberseguridad e Inteligencia (C5I) de las FF. AA. y el centro de videovigilancia del Sistema Nacional de Emergencias (911), es la responsable directa de la falta de orden y proliferación de la criminalidad que imperan en la República Dominicana.
Ahora en este rebrote de la pandemia de Covid 19 en el país dicha falta de capacidad está cobrando como precio los ascendientes números de muertes por contagios de la enfermedad que sobrepasan la capacidad de los centros de salud dominicanos dónde los pacientes mueren en los pasillos esperando por camas.
Pero esto ya se veía venir, pues la gestación de este estado de ilegalidad equivalente a una selva empezó con evidentes pasos que fueron desde lo simple hasta lo complejo, o lo que es igual, desde la desobediencia abierta a la ley de tránsito al no ponerse el casco protector los motoristas hasta la proliferación de los centenares de puntos de drogas que operan 24/7 en los barrios del territorio nacional.
La única respuesta gubernamental que la ciudadanía ha encontrado es simplemente más de lo mismo, pues insisten en planes de seguridad y políticas sanitarias que a lo largo de décadas para la seguridad ciudadana y meses para el estado de emergencia por la pandemia simplemente no han funcionado precisamente porque son puestos en las mismas personas con falta de capacidad para llevarlas a cabo.
A menos que los integrantes del actual gobierno se hagan a un lado y permitan a verdaderos técnicos y profesionales con un reconocido trabajo en el área, trazar las estrategias a seguir e implementarlas, sin el concurso o participación de las mismas personas que durante décadas han fracasado, estamos en rumbo seguro sino es que llegamos a un estado de ilegalidad y anarquía en los sectores más poblados de la República Dominicana, sus barrios.
https://listindiario.com/la-republica/2021/06/07/673782/los-teteos-improvisados-desafian-la-prohibicion/amp/
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