Dice la vicepresidenta que se siente agredida con la muerte de 11 niños durante un fin de semana en el Hospital Robert Reid. Pues agredido se siente el pueblo, con su cinismo. Dice doña Margó que ella lo hubiera resuelto rápidamente. Pero, ¿por qué no lo resolvió cuando, estando al mando del despacho de la pirmera dama, anunciaba que se comprometía a convertir el Robert Reid en un centro médico modelo en servicios de salud de calidad y calidez, no solo de la RD sino de la region del Caribe? Que hay que sentar un precedente para que quede claro que no puede volver a ocurrir, continúa. ¿Y cuál era la tasa de mortalidad del Robert Reid, cuando la entonces primera dama se andaba pavoneando en la prensa por la publicación de un libro sobre la historia de ese hospital? Y luego termina su irresponsable declaración con una risa, que ha causado gran malestar en la sociedad. Pero claro, tiene que reir. Porque de la que se salvó. ¿Se imaginan que esta noticia hubiera llegado a los medios cuando ella anunciaba la millonaria inversión que hacía a traves de su despacho para la emergencia del Robert Reid? Aunque pensandolo bien, a lo mejor una noticia parecida iba a salir en esos momentos, pero ella lo “resolvió rápidamente
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