¡Un aparato de «Inteligencia» sin operadores «inteligentes»!

En una publicación del día de hoy en la plataforma digital Somos Pueblo Media, bajo el título «Abinader somete al Congreso reforma del DNI; buscar eliminar todos los otros organismos de inteligencia», nos enteramos de que el Presidente Luis Abinader pretende consolidar en un solo órgano de «inteligencia» el aparato del Estado destinado a esos fines, desarticulando todos los demás órganos de inteligencia, tanto civiles como militares, que funcionan en el Estado Dominicano.

La realidad es que, a pesar de que creemos atinada la decisión de centralizar todo el aparato de «inteligencia» en una sola estructura, el hecho de agruparlos y reestructurarlo no va a resolver el problema básico que los hace prácticamente infuncionales, la falta de preparación técnica y entrenamiento de sus operadores; que va más allá del uso para fines partidarios y corruptos que hacen de él los políticos.

Para que se entienda a qué me refiero con falta de preparación técnica y entrenamiento, debo aclarar la naturaleza misma de lo que es inteligencia o un paquete de inteligencia como es actualmente llamado.

Inteligencia o paquete de inteligencia se refiere a la proyección hecha a futuro de la ocurrencia de un posible suceso, a partir de información (data) obtenida sobre los patrones de comportamiento del sujeto o sujetos puestos bajo vigilancia, sea está física o digital.

Esto significa que lo que en este país se conoce como «inteligencia» no es más que la recolección de información (data) sobre el sujeto o sujetos puestos bajo vigilancia. La verdadera inteligencia se materializa cuando, a partir de esa información, podemos prácticamente predecir con un alto nivel de certitud qué hará o harán esos sujetos puestos bajo vigilancia en el futuro inmediato, intermedio o lejano, según puede determinarse de los datos recabados sobre ellos hasta el momento.

Eso significa que al hablar de inteligencia estaríamos hablando de un evento que no existe aún, con altas posibilidades de que se materialice en el futuro, identificado por una proyección hecha por un analista especializado en el área dentro de la cual se pueda identificar el suceso futuro.

A lo que se refiere o entiende la mayoría de las personas como inteligencia, que va desde los mismos presidentes y funcionarios públicos hasta periodistas, comunicadores y ciudadanos comunes, solo es la fase de recolección de información sobre el sujeto o sujetos de interés, lo cual se hace por diversos métodos que va desde la vigilancia física, realizada por uno o varios operadores, infiltrándose en lugares, siguiendo u observando personas, etc.; o realizada de forma remota al infiltrarse el operador u operadores en los dispositivos y aparatos electrónicos del sujeto o sujetos puestos bajo vigilancia.

Lo dicho en el párrafo anterior no se trata en forma alguna sobre la proyección y predicción de la realización de un hecho a futuro, por lo que nunca podría calificarse de un «paquete de inteligencia», solo se trata de la recabación de información.

Para la confección de un «paquete de inteligencia», la información recabada sobre un sujeto o varios puesto bajo vigilancia, tendría que ser evaluada por un «analista de inteligencia», quién hará una proyección a futuro de los patrones que pueda identificar en dicha información y hará una predicción de la posibilidad de un hecho futuro.

Si esto les suena complicado o difícil de hacer es porque lo es. Para ser más llanos, se necesita de un personal altamente capacitado y entrenado, con un alto coeficiente intelectual para realizar estás operaciones, o en otras palabras verdaderos «analistas de inteligencia».
O podríamos decir que se necesita de analistas «inteligentes» para llevar a cabo de manera efectiva está tarea.

La elaboración de «inteligencia» o «paquetes de inteligencia» es una tarea delicada que procura proteger al Estado de cualquier tipo de acto nocivo, que de llegar a materializarse tendría daños y consecuencias irreparables. Es por esta razón que lo que se procura a toda costa es literalmente que el sujeto o sujetos puestos bajo vigilancia no puedan realizarlo.

Los métodos de impedirlo son diversos e ilimitados, y por crudos o brutales que puedan llegar a ser son necesarios para la preservación del Estado Dominicano, quien se supone es a su vez el protector de la ciudadanía.

Dichos métodos muchas veces sobrepasan el marco legal mismo, pues al tratarse de que no se realice un hecho a futuro muchas veces no producen las pruebas que podrían sustentar una acusación por violación a la ley en un tribunal de la República Dominicana. En la mayoría de los casos el impedir la materialización del hecho, al evaluarse los posibles daños y consecuencias que este acarrearía no permite, por la inmediatez de la necesidad de evitarlo que se pueda llevar algo que fuera parecido a un proceso judicial.

Es por esta razón que, por ejemplo, ante la amenaza inminente de un possible, y dije posible, ataque terrorista perpetrado contra la República Dominicana, utilizando como medio la diseminación de una nueva cepa del Covid 19, con una mortalidad del 100% en tan solo 8 horas, para el cual no existe antídoto, que se encuentra en ruta aérea, transportado en un contenedor indeterminado, por cuatro sujetos en una avioneta, la opción más segura de evitar la catástrofe y la cantidad masiva de muertes en suelo dominicano que este ataque biológico podría causar es lamentablemente, atacar y destruir el avión antes de que entre en el espacio aéreo dominicano.

Esto ni de cerca se asemeja a una investigación judicial con el fin de recopilar pruebas para acusar a alguien en un tribunal, pero si preservar la vida y la seguridad del Estado y la ciudadanía dominicana, ahora les pregunto ¿Habían los cuatro sujetos realizado aún algún acto en contra de la República Dominicana? ¿Hay manera alguna de negar la posibilidad de que se arrepintieran y no perpetraran el acto? ¿Se podría asegurar con el 100% de certeza que el arma biológica se encontraba en ese avión?

La respuesta a las preguntas anteriores es obvia, aún así, ¿se atrevería cualquier ciudadano ante la posibilidad de tan colosal perdida de vida humana en el país a poner las posibles víctimas en riesgo dejando aterrizar el avión para confirmar todas las interrogantes anteriores?

De esto se trata la «inteligencia», lo que dista mucho de los actos de espionaje que se hacen los políticos, del mismo partido o partidos opositores, particulares a otros particulares, funcionarios a particulares o viceversa.

Una vez aclarado esto, resalta a la vista la necesidad de que los aparatos de inteligencia o el futuro aparato único de inteligencia de la República Dominicana, sea operado por técnicos y analistas de inteligencia capacitados y entrenados en la materia, en otras palabras por operadores «inteligentes» y no por simples recabadores de informaciones actuales que nada tienen que ver con proyecciones a futuro.

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